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Reflexiones sobre la crisis del coronavirus en el sector de los eventos

Mayo de 2020

Un sector optimista, con ganas de volver.

Cambio de la noche a la mañana.

El sector de los eventos y la hostelería continúa atravesando una fase crítica. Las primeras semanas, en las que se oía que había una enfermedad, de fácil transmisión, y que se estaba viendo en otros países, hizo que la planificación que teníamos para el mes de marzo, cambiase en pocos días.

Al principio, fueron los eventos relacionados con el sector sanitario los primeros en cancelarse. Aunque parecía evidente lo que venía, algunos se resistían a verlo. Poco después, esas cancelaciones – en principio no fueron aplazamientos -, fueron llegando al resto de sectores: entregas de premios, pequeños eventos particulares, presentaciones de producto, bodas...

En ese momento, que podríamos fechar en el quince de marzo, aproximadamente, nos cubrió a todos un nubarrón negro: cuándo se reactivará todo, cuándo volverá a ser igual, cómo voy a poder seguir adelante y todo tipo de preguntas que nos invadían y agobiaban, día y noche. Llamadas con clientes y otros miembros del sector, con los que simplemente tratábamos de animarnos, contagiar optimismo e intentar aportar soluciones.

Debemos ser optimistas.

Sin embargo, con relativo ánimo, hemos pasado ya varias semanas confinados. Parece que el sol vuelve a salir, aunque no tan rápido como nos gustaría. Empiezan a abrir las terrazas, dentro de poco, volveremos a atender las mesas interiores de los restaurantes y, en un poquito más de plazo, podremos ir a nuestros bares de siempre, a compartir unas zamburiñas apoyados en nuestra barra favorita de Doctor Castelo. Los pequeños placeres volverán, y no sólo los gastronómicos, sino el poder compartirlos como hacíamos antes, como hemos hecho siempre. Como queremos volver a hacer.